sin una buena ética, es imposible que exista, un buen político

23.02.2014 13:58

Ética[1] , palabra que ha servido como nexo de unión entre el hombre y sus acciones,  o mejor dicho “buenas acciones” ya que un hombre acorde a una conducta encomiable se rige por la buena ética, hoy viendo las noticias que nos asalta en cada portada, o en cada telediario (según sea la cadena) la falta de esta conducta acompañada de una buena moral[2] en los dirigentes del país, se ha convertido en  una enfermedad endémica que amenaza en ser  la plaga  que ponga en verdadero peligro, la especie humana ,  resulta difícil saber donde empieza el foco de infección y dónde acaba.

Algo que se ha vendido en la sociedad, para que otros miren en ellos como ejemplo, son aquellas personas que muestran una conducta intachable no sólo de puertas a fuera, sino también de puertas a dentro, en fin,  hasta hace unos pocos años atrás (siglos), las personas que mostraban esos “dones” se erigían de forma merecida por encima de otros, con el consentimiento y admiración de muchos.

Todo ello suena muy utópico, pero lo cierto, es  que los grandes y pequeños logros en la sociedad viene de  la mano, de personas con ese talante…”virtuoso”, científicos, educadores, políticos (¿”ande” estará?).

Hoy por desgracia, esa cualidad pasa a ser “defecto” según los valores devaluados de la sociedad actual, la picaresca es la ralea que se ha alzado, los “listos” son aquellos que tienen la habilidad de engañar, embaucar, enmascarar, y mentir…sobre todo y por encima de todo:  mentir muy bien. (¿No sé porque viene a mi cabeza la imagen de la Cospe?)

Y es que en una sociedad como la nuestra que se ha creado en base a mentiras y engaños, es lógico que “las cabezas pensantes” de este país, estén convencidos que ese es el camino a seguir, creando una bola de nieve que arrastra a todos los que se encuentran en el camino de la gestión  del país, justificando sus acciones en la falsa apariencia del bien común, termino igualado en los adentros de nuestros políticos, al interés  personal.

Toda esta introducción nos lleva a una lógica simple, la situación actual del país, no es debido a una crisis económica, o mejor dicho, no sólo es debido a una crisis económica, si miramos alrededor vemos que sólo unos cuantos están en términos parecidos al español, pero sólo parecido, el problema en nuestro país, es mucho más grave, existe  una enfermedad, mejor dicho, epidemia, entre nuestros políticos, que deja  difícil solución al problema,  al parecer sólo se les ocurre repetir, el pasado, montando una mentira sobre otra, cegando al pueblo en la creencia de falsas expectativas y promesas: “España está saliendo de la crisis”, “los recortes están dando sus frutos”, mentiras…y más mentiras… ¿acaso el pueblo español sólo se merece eso?

España está al borde de la deflación, de hecho, algunos economistas afirman que la deflación es un hecho,  llevamos seis meses de bajada de precios, algo que el gobierno intenta camuflar con una subida galopante de la electricidad y la gasolina (aunque intente vendernos la moto que los malos son la eléctricas y que ellos “no tienen nada que ver con  esas subidas”).

Las empresas necesitan dinero por lo que bajan el precio de sus productos, para poder financiarse o cubrir gastos, por otro lado, la población, compra menos, porque dispone de menos crédito o porque espera que los precios sigan bajando,  por lo que se genera un espiral donde las empresas cada vez bajan más sus precios a la par que consiguen menos capital, lo que les lleva a una situación caótica, donde la deuda multiplica su valor, mientras los ingresos dividen su valor, pero…España va bien o  mejor (¡eso dicen!) al parecer esa en la nueva mentira con la piensan asentar  la ilógica euforia, sobre lo bien que han hecho recortando, servicios, prestaciones y…vidas humanas.

Han recortado del pastel el cual estaba divido por los ingresos y los gastos y dentro de la partida de gastos, estan los estructurales, las partidas que son fijas para mantener el Estado, las Administraciones, y las no estructurales, servicios prestados a los contribuyentes pagado con el dinero de todos.

El caso que dentro de la partida de las Administraciones, existe un punto que es esencial para entender y concatenar el tema con el que he empezado  hablando: la Ética y moral del Estado y de quienes nos dirigen, porque es entendible, que  en época de crisis se debe de ajustar, y eliminar los gasto innecesarios o superfluos, hacer según algunos “un reparto del dolor”, pero nos encontramos que el reparto en este caso es inexistente, se ha recortado en servicios esenciales como la sanidad y la educación, se han retirado becas de estudios, pero los privilegios de  los políticos y de  sus adeptos, esos no se han tocado, y esto hay que entenderlo en su justa medida: privilegios otorgados, con puestos  públicos para asegurar un puñado de votos a través de Empresas Públicas, El Senado, Las Diputaciones. Entidades e Instituciones que no aportan nada o casi nada a la Administración del Estado, ya que muchas de sus funciones, por no decir todas, están duplicadas y cubiertas por otra Administraciones (o simplemente no tienen funciones reales);  que en tiempo de crisis como la actual , hace para el pueblo español, un gasto innecesario e insoportable, sobre las espaldas del mal trecho ciudadano, que ha visto como su cesta de la compra se ha disparado en un 60% en los últimos años, como la subida de la luz, la deja a nivel de un bien de lujo, cuando debe ser  en una sociedad avanzada, un bien esencial, cuando sus hijos, dejarán la universidad o simplemente no accederán  a los estudios superiores, porque las familias no pueden permitírselo, pero según nuestro honrado gobierno Sí podemos mantener a sus amigos en los puestos creados de forma innecesaria para contentarlos.

Se irán antes o después del gobierno, dejando  tras de ellos una desolación igual que hicieron sus antepasados, que dominaron el país con miedo y mentiras, sus armas preferidas y dejaran a un puñado de incondicionales defendiendo sus ideas suicidas para el pueblo, pero favorables para sus bolsillos e intereses personales.

Con unos dirigentes, sin cultura,  ya que  la obtenida deriva de favores pagados a padres  e hijos, como es la tradición en este país,  sin una ética acorde a las necesidades de su pueblo al que deberían defender, sin una alternativa que demuestre que “los otros”  son mejores, el pueblo español, sólo puede aspirar a ser “la chacha” de aquellos  países que sí han sabido exigir a sus dirigentes:  una conducta acorde al puesto,  lo que cualquier pueblo con  una pizca de dignidad exigiría con la voz alta, clara y con todas su consecuencias.

“El problema de la filosofía política es hallar el método para alejar a los incompetentes y los bribones de los cargos públicos, para seleccionar y preparar a los mejores con el fin de que gobiernen con miras a alcanzar el Bien Común”

“Mientras el poder político y el poder filosófico no coincidan en un mismo individuo no tendrán fin los males de las ciudades, ni me parece que los puedan tener la especie humana”

“Tal es el hombre, tal es el Estado. Los gobiernos cambian como de carácter de los hombres, el Estado es lo que es porque los ciudadanos son los que son; y los Estados no serán superiores, mientras los hombres no sean mejores”

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