jueves, 30 de julio de 2015

“Los españoles son ratas de laboratorio.

“Los españoles son ratas de laboratorio: a ver cuánto castigo toleran sin rebelarse”

Decir de Susan George que es una activista y pensadora es empequeñecer la figura de esta combativa estadounidense de 78 años afincada en Paris. Ejerce como presidenta de honor de ATTAC, la Asociación para la Tasación de las Transacciones Financieras y la Ayuda a la Ciudadanía. Y su ensayo El Informe Lugano, en el que imagina un terrorífico escenario ecológico, económico, laboral y social hacia el que abocaba el capitalismo del siglo XXI constituye una biblia para los movimientos sociales y elanticapitalismo. La pensadora, que acaba de realizar una visita a España, no se anda con rodeos y alerta: “La democracia está en peligro ante el ataque de ´la clase de Davos´: una clase transnacionaldesvinculada de la suerte del resto de la sociedad y compuesta por las altas finanzas, las empresas transnacionales y algunos gobiernos que consideran que la democracia es demasiado lenta”.
– Usted denuncia el “austericidio” de Europa.
-Es que la actual política de austeridad, en particular en Grecia y España, es inaceptable. Es inaceptable que la mitad de jóvenes españoles no tenga trabajo. ¿Para quién se gobierna? Porque ésa es la gran cuestión en democracia. Las constituciones de Estados Unidos, Francia „y me imagino que también la de España„ subrayan que el pueblo es soberano. Pero con este principio de austeridad aprobado por Europa, ¿se gobierna para la gente o para los mercados financieros?
¿Cree entonces que el pueblo ya no es soberano?
-El pueblo está deviniendo cada vez menos soberano. Y con el Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza de la UE se está robando no sólo el poder a los ciudadanos, sino también a los representantes de los ciudadanos. Por tanto, ni tenemos democracia directa, ni democracia representativa.
Pero apenas reaccionamos
-Está el frente de los indignados y algunos huelguistas. Pero la última huelga en España no ha tenido éxito. Y pienso que es porque la gente tiene miedo de perder su trabajo. Yo comprendo ese miedo, porque el miedo es la disciplina de una sociedad capitalista, que usa el miedo individual para disciplinar y calmar la población con el objetivo de que acepte lo que le digan. De hecho, creo que los griegos y los españoles son como ratas de laboratorio para ver qué nivel de castigo y sufrimiento puede ser aceptado por esta sociedad sin que la gente se rebele. Eso puede alentar al fascismo.
¿Considera que la extrema derecha saldrá reforzada?
-Es el paradigma clásico que ya vimos en los años 20 y 30: el poder de la extrema derecha. Pienso que es normal. ¿Hacia dónde se volverán las personas sin formación? Mirarán al vecino, al inmigrante que tienen al lado€ Desgraciadamente, es una reacción que ya hemos visto y para la que hemos de estar preparados.
Con la crisis, la población española ha redoblado sus críticas contra los sueldos y privilegios de los políticos. ¿Eso es desviar la atención de lo importante?
-¡Pero si son los banqueros a los que deberían criticar! La actual crisis es la continuación de lo que ocurrió en 2007 y 2008 por culpa de los banqueros y, en España, de la burbuja inmobiliaria, que al final también era culpa de los bancos por dar préstamos imprudentes y alimentar esta burbuja. Sin embargo, cuando estalló la burbuja, fue el Estado el que asumió la deuda privada. La deuda pública de España era muy moderada cuando estalló la crisis. Sin déficit y con el 50 % de deuda pública, cuando se permitía tener hasta el 60 %. ¡Estabais perfectos, mejor que Alemania! Pero el Estado cargó con la deuda de los bancos. Y ha gastado muchísimo dinero para capitalizar y salvar los mismos bancos que habían causado el problema. Por eso la deuda pública aumentó muy rápidamente. Es una respuesta muy larga a la pregunta, pero no es el coche oficial de los políticos lo importante, sino que el Estado gobierna para los mercados financieros y no para el pueblo. Se ha castigado a los inocentes y los culpables han sido recompensados.
¿Y, ante ello, qué pueden hacer los ciudadanos españoles?
-Unirse. Unirse los estudiantes, los parados, los jubilados, los trabajadores, los sindicalistas, los agricultores€ Todo el mundo ha de unirse contra esta realidad. Porque la clase de Davos, que es la que gobierna por ellos, está muy unida.
En Pakistán, una niña que quería estudiar ha sido víctima de un atentado que casi le arranca la vida. ¿El mundo está loco?
-No, el mundo no está loco. El mundo musulmán de los talibanes es sexista, machista y tiene un miedo terrible a la mujer, a la sexualidad de la mujer y al poder de la mujer. Y cuando ellos tienen el poder, lo utilizan para oprimir a las mujeres. Puede llamársele locura, pero responde al interés de los hombres por coartar la sexualidad femenina.
Si Karl Marx resucitara y viera esta Europa, ¿qué pensaría?
-Él pensaría que la guerra de clases está acabando y que los ricos la están ganando. De eso trata mi próximo libro, que publicará Planeta en España en febrero y que se titulará El Informe Lugano 2. Cómo ganar la guerra de clases. El subtítulo procede de una frase de Warren Buffet, la tercera fortuna del mundo, que escribió: “Hay una guerra de clases, pero es mi clase, la de los ricos, la que está haciendo la guerra, y la estamos ganando”.
Es cierto.
-¡Claro! Y por eso hay que unirse y no dejarse perder. Porque en juego está la democracia y todo lo que hemos hecho desde el siglo XVIII. Todo aquello que los europeos hemos hecho desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Todo lo que los españoles han hecho desde el final del franquismo.
fuente: diariodemallorca.es

viernes, 17 de julio de 2015

HASTA DONDE LLEGA NUESTRO EGOÍSMO ?

La pregunta trampa que pone en evidencia la avaricia humana.



  • Un profesor de la universidad de Maryland trata de ayudar a sus alumnos desde 2008 para que aumenten su nota final con una pregunta extra, aunque sólo una clase en ocho años lo ha logrado

Imaginaos por un momento que sois alumnos de psicología de la Universidad de Maryland y que hoy os vais a examinar con vuestro profesor Dylan Selterman. Después de varios minutos haciendo la prueba, os encontráis la sorpresa final de una pregunta adicional para ganar puntos extra que dice así: "Seleccione si desea 2 puntos ó 6 puntos extra a su calificación final. Pero, hay una pequeña pauta: Si más del 10% de la clase selecciona la casilla de los 6 puntos, ninguno de ustedes obtendrá puntuación extra. Vuestras respuestas serán anónimas para el resto de la clase, solo yo las veré".

En definitiva, se trata de un interesante planteamiento que solo una vez en ocho años ha dado el resultado deseado por los alumnos. Se debe a que en todos los grupos menos en uno más del 10% de la clase ha actuado "egoístamente", arriesgándose y otorgándose 6 puntos al pensar que la mayoría de sus compañeros irían a lo seguro y cogerían los 2 puntos.
Según explica, con este experimento el profesor busca reforzar los conceptos de psicología social como "la tragedia de los comunes" y el "dilema del prisionero".
Estos dos conceptos surgen al analizar los intereses individuales por encima de los comunes y muestran cómo somos capaces de reaccionar teniendo en cuenta las acciones de los demás.
El 'dilema del prisionero', uno de los 'juegos' de la Teoría de juegos delmatemático Albert W. Tucker, daba a elegir a dos supuestos detenidos entre traicionar a su compañero o no hablar con la Policía. Si elegían lo primero, saldrían libres y su compinche pasaría tres años entre rejas; si ninguno hablaba, solo cumplirían un año de prisión y si lo hacían los dos, pasarían dos en la cárcel.
A su vez, la tragedia de los comunes describe una situación en la que varios individuos, motivados sólo por el interés personal y actuando independiente pero racionalmente, destruyen un recurso compartido limitado aunque a ninguno de ellos, ya sea como individuos o en conjunto, les conviene que tal destrucción suceda. El egoísmo, la avaricia y la individualidad tienden a vencer en la gran mayoría de los casos al bien común y al conjunto.
El profesor Selterman ha subrayado que la pregunta no fue idea suya, sino que la tuvo que responder él en un examen en su época de alumno en la Universidad Johns Hopkins. "Entonces, yo escogí la opción de puntos más baja, pero más de un diez por ciento escogió la más alta. Me enfadé mucho con mis compañeros".
El egoísmo humano se interpone en todas las decisiones, haciendo imposible imaginar una situación en la que el colectivo se sobreponga a lo individual.


jueves, 16 de julio de 2015

"Facebook es la estafa óptica de la ebullición revolucionaria"

Carlos Taibo: 

El profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid aporta 15 claves, desde la visión "hipercrítica" de la propuesta libertaria, sobre el "colapso" capitalista y la postulación del anarquismo como "ideología del futuro".

Percibe, el escritor y politólogo, "un momento glorioso de lucha de clases articulada desde arriba", con el retrato al fondo de la Gran Depresión de 1929 y el primer auge del fascismo, que a modo de bisagra histórica chirría sin invocar aún su golpe final.

Carlos Taibo y la Teoría del Decrecimiento.
Carlos Taibo y la Teoría del Decrecimiento.

"Un mundo entero se quema a sí mismo". Arrancaba el tema Sí hay futuro del grupo punk La Polla Records, en 1987, con una metáfora axiomática. Desde entonces la bonanza funcionó como agradecida corriente, piensa el profesor de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Autónoma de Madrid, Carlos Taibo. Dejarse arrastrar hacia la 'tierra prometida' era un sueño cómodo, gratificante incluso. ¿Qué había al final de ese trayecto? En su opinión, un descomunal vertedero de osadas similitudes con la Gran Depresión de 1929 y el primer auge del fascismo. Esto es: el "colapso" actual del sistema capitalista.
¿Es reversible esta situación terminal que dibuja? Sí, dice Taibo, inoculando propuestas libertarias y anarquismo. Teoría del Decrecimiento, insiste, y un brote, algún tipo de respuesta ciudadana, que corte la atadura inmovilizadora de esas "tecnologías aparentemente emancipadoras". Que abandone, por tanto, las redes sociales como paradigma de "estafa óptica", de falsa "ebullición revolucionaria". "Políticos locos guían a las masas que les dan sus ojos pa' no ver qué pasa", decía la referida copla de La Polla, a la que Taibo hace referencia.
"Vivimos un momento glorioso de lucha de clases articulado desde arriba", explicaCarlos Taibo (Madrid, 1956). También en su último libro, Repensar la anarquía. Acción directa, autogestión y autonomía. En 15 claves, el escritor y politólogo desentraña para eldiario.es/andalucia esa bisagra histórica que chirría sin invocar aún su posible golpe final. "No hay que buscar una salida a la crisis, hay que buscar una salida al capitalismo", reta.

"Transformación radical" en cuatro respuestas


1, decrecer: "El norte opulento debe reducir inexorablemente los niveles de producción y consumo", esto es, Teoría del Decrecimiento. "En un planeta con recursos limitados no tiene sentido aspirar a crecer ilimitadamente" y la "huella ecológica" (España necesitaría 3,5 veces su territorio para mantener la actividad económica actual en el próximo siglo) ejerce "una presión inaudita sobre generaciones venideras y países del sur".
2, desurbanizar: "Las ciudades son recintos cada vez más difícilmente habitables". Eludir así "el riesgo del colapso" pasa por "recuperar el medio rural".
3, destecnologizar: "Facebook es la gigantesca estafa óptica de la ebullición revolucionaria". La sociedad debe meditar "si no somos víctimas ingenuas de muchas tecnologías aparentemente emancipadoras". Como dice John Zerzan, estampa del anarcoprimitivismo, todas las tecnologías creadas por el capitalismo llevan la impronta de la jerarquía.
4, descomplejizar: "Sociedades cada vez más complejas" traen como tributo ciudadanos "cada vez más dependientes". Los "desheredados del planeta" -menos dependientes del desarrollo tecnológico- evidencian la paradoja de un mejor posicionamiento para enfrentar "el colapso que se avecina".

Carlos Taibo.

La amenaza del darwinismo social


5, anarquismo: "Es una ideología política del futuro", afirma Taibo. "Las ideas libertarias están en un momento de franca ebullición", caso del 15M y la aplicación de conceptos como "democracia de base, autogestión y acción directa".
6, capitalismo: Sistema "injusto, explotador y excluyente" en "etapa de corrosión terminal" que ha perdido "los mecanismos de freno que en el pasado le permitieron salvar la cara". Cava "su propia tumba" por el "afán incontenible de acumular beneficios". Con un agravante: "dentro de la tumba estamos nosotros".
7, fascismo: Es un error concluir que el 'crac del 29', "origen del asentamiento de los fascismos en el decenio siguiente", fue un momento histórico coyuntural e irrepetible. La "escasez general que se avecina" puede revitalizarlo en proyectos de "ecofascismo o darwinismo social militarizado", en "políticas postuladas por los principales centros de poder".
8, república: "Un proyecto moderadamente interesante vinculado con el propósito de deshacernos de una institución putrefacta como es la monarquía". Más allá –de lo que califica como "trampa saducea"– no aprecia "otras propuestas". "En España esta discusión tiene unos ribetes emocionales de los que es difícil prescindir", añade.
9, democracia: "La democracia liberal se levanta sobre lacerantes desigualdades y en mayorías artificiales producto de operaciones urdidas con el propósito de germinar sociedades cada vez más jerarquizadas". ¿Segunda Transición? "La primera fue tan mala que si queremos organizar algo distinto lo primero es prescindir del término".

La clase obrera, reducida al salario


10, Estado: "Aparato al servicio de la clase dominante que utiliza diferentes mecanismos para ratificar su posición de privilegio". La visión "hipercrítica" de la propuesta libertaria debe asumir que forma parte del sistema y enfrentar así el riesgo de las "muchas formas de alienación contemporánea".
11, defensa de lo público: "Sí, etiquetado con los adjetivos autogestionado y socializado". Por ejemplo, "enseñanza pública, universal, gratuita, laica y de calidad" y que no sirva de "mecanismo central de reproducción de la lógica capitalista".
12, estado del bienestar: "Un término que embellece gratuitamente la realidad, exclusivo del sistema capitalista". Dificulta "el despliegue de fórmulas autogestionarias".
13, lucha de clases: La clase obrera ha reducido su enfoque "al salario y la intuición de que aumentándolo resolvemos todos nuestros problemas". Preguntas obligatorias: "cómo trabajamos, para quién y qué producimos".
14, crisis: "Nos hemos acostumbrado a hablar en singular de la crisis financiera pero en la trastienda hay otras, en plural: cambio climático, encarecimiento inevitable de precios de materias primas energéticas, problemas demográficos, el expolio de recursos materiales…". La conjunción "resulta explosiva".
15, colapso: "Se traducirá en una multiplicación extraordinaria de los problemas y en una reducción paralela de la posibilidad de resolverlos". Opciones: esperar su implosión y la reacción ciudadana, elaborar respuestas como planteamientos a los gobernantes o abrir espacios de autonomía para "aplicar reglas del juego diferentes a las impuestas".

Encontrado navegando por la red.

viernes, 10 de julio de 2015

“Dios no murió. Se transformó en Dinero”

“Dios no murió. Se transformó en Dinero”-



Entrevista a Giorgio Agamben
Fuente Instituto Humanitas Unisinos
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“El capitalismo es una religión, y es la más feroz, implacable e irracional religión que jamás existió, porque no conoce ni redención ni tregua. Ella celebra un culto ininterrupto cuya liturgia es el trabajo y cuyo objeto es el dinero”, afirma Giorgio Agamben, en una entrevista concedida a Peppe Salvà y publicada por Ragusa News, 16-08-2012.
Giorgio Agamben es uno de los mayores filósofos vivos. Amigo de Pasolini y de Heidegger, Giorgio Agamben fue definido por Times y por Le Monde como una de las diez cabezas pensantes más importantes del mundo. Por segundo año consecutivo tuvo un largo período de vacaciones en Scicli, en Sicília, Italia, donde concedió la entrevista.
Según él, “el nuevo orden del poder mundial se funda sobre un modelo de gobernabilidad que se define como democrático, pero que nada tiene que ver con lo que este término significaba en Atenas“. Así, “la tarea que nos espera consiste en pensar integralmente, del principio al fn, aquello que hasta ahora habíamos definido con la expresión, poco clara en si misma de, “vida política”, afirma Agamben.
La traducción es de Selvino J. Asmann, profesor de Filosofia del Departamento de Filosofia de la Universidad Federal de Santa Catarina – UFSC. [La traducción al castellano es nuestra]

La entrevista.
El gobierno Monti invoca la crisis y el estado de necesidad, y parece ser la única salida tanto de la catástrofe financiera como de las formas indecentes que el poder habia asumido en Italia. ¿ La convocatoria de Monti era la única salida, o podria, al contrario, servir de pretexto para imponer una seria limitación a las libertades democráticas?
“Crisis” y “economia” actualmente no son usadas como conceptos, sino como palabras de orden, que sirven para imponer y para hacer que se acepten medidas y restricciones que las personas no tienen ningún motivo para aceptar. ”Crisis” hoy en día significa simplemente “vos debés obedecer!”. Creo que sea evidente para todos que la llamada “crisis” ya dura decenios y nada más es sino el modo normal como funciona el capitalismo en nuestro tiempo. Y se trata de un funcionamiento que nada tiene de racional.
Para entender lo que está pasando, es necesario tomar al pie de la letra la idea de Walter Benjamin, según el cual el capitalismo es, realmente, una religión, y la más feroz, implacable e irracional religión que jamás existió, porque no conoce ni redención ni tregua. Ella celebra un culto ininterrupto cuya liturgia es el trabajo y cuyo objeto es el dinero. Dios no murió, se tornó Dinero. El Banco – con sus funcionarios grises y especialistas – asumió el lugar de la Iglesia y de sus sacerdotes y, gobernando el crédito (incluso el crédito de los Estados, que docilmente abdicaron de su soberania ), manipula y administra la fe – la escasa, incierta confianza – que nuestro tiempo todavía trae consigo. Además de eso, al hecho de que el capitalismo sea hoy una religión, nada lo muestra mejor que el titulo de un gran diario nacional (italiano) de hace algunos dias atrás: “salvar el euro a cualquier precio”. Así es, “salvar” es un término religioso, pero ¿qué significa “a cualquier precio”? ¿Hasta el precio de “sacrificar” vidas humanas? Sólo en una perspectiva religiosa (o mejor, pseudo-religiosa) pueden ser hechas afirmaciones tan evidentemente absurdas e inhumanas.
¿La crisis económica que amenaza llevarse consigo parte de los Estados europeos puede ser vista como condición de crisis de toda la modernidad? atravesada por Europa no es apenas un problema económico, como les gustaria que fuese vista, sino que es antes de más nada es una crisis da relación con el pasado. El conocimiento del pasado es el único camino de acceso al presente. Es buscando comprender al presente que los seres humanos – por lo menos nosotros, europeos – son obligados a interrogar al pasado. Yo dije “nosotros, europeos”, pués me parece que, si admitimos que la palabra “Europa” tenga un sentido, él, como hoy aparece como evidente, no puede ser ni político, ni religioso y menos todavía económico, sino tal vez consista en eso, en el hecho de que el hombre europeo – a diferencia, por ejemplo, de los asiáticos y de los estadounidenses, para quienes la historia y el pasado tiene un significado completamente diferente – puede tener acceso a su verdad unicamente a través de una confrontación con el pasado, unicamente haciendo las cuentas con su historia.
El pasado no es, pués, apenas un patrimonio de bienes y de tradiciones, de memorias y de saberes, sino también y sobre todo un componente antropológico esencial del hombre europeo, que sólo puede tener acceso al presente mirando, de cada vez, a lo que él fue. De ahí nace la relación especial que los países europeps (Italia, o mejor, Sicilia, sobre este punto de vista es ejemplar) tiene en relación a sus ciudades, a sus obras de arte, a su paisaje: no se trata de conservar bienes más o menos preciosos, mientras sean exteriores y disponibles; se trata, eso si, de la propia realidad de Europa, de su indisponible supervivencia. En este sentido, al destruír, con el cemento, con las autopistas y la Alta Velocidad, al paisaje italiano, los especuladores no nos privam apenas de un bien, sino que destruyen nuestra propia identidad. La propia expresión “bienes culturales” es engañadora, pués sugiere que se trata de bienes entre otros bienes, que pueden ser disfrutados económicamente y tal vez vendidos, como si fuese posible liquidar y poner en venta a la propia identidad.
Hace muchos años, un filósofo que también era un alto funcionario de la Europa naciente, Alexandre Kojève, afirmaba que el homo sapiens habia llegado al fin de su historia y ya no tenía nada frente a si a no ser dos posibilidades: el acceso a una animalidad pos-histórica (encarnado por el american way of life) o el esnobismo (encarnado por los japoneses, que continuaban celebrando sus ceremonias del te, vaciadas, sin embargo, de cualquier significado historico). Entre una América del Norte integralmente re-animalizada y un Japón que sólo se mantiene humano al precio de renunciar a todo contenido histórico, Europa podria ofrecer la alternativa de una cultura que continua siendo humana y vital, incluso después del fin de la historia, porque es capaz de confrontarse con su propia historia en su totalidad y capaz de alcanzar, a partir de esta confrontación, una nueva vida.
Su obra más conocida, Homo Sacer, pregunta por la relación entre poder político y vida desnuda, y hace evidentes las dificultades presentes en los dos términos. ¿Cuál es el punto medio posible entre los dos polos?
Mis investigaciones demostraron que el poder soberano se fundamenta, desde su origen, en la separación entre vida desnuda (la vida biológica, que, en Grecia, encontraba su lugar en la casa) y vida politicamente calificada (que tenía su lugar en la ciudad). La vida desnuda fue excluída de la política y, al mismo tiempo, fue incluída y capturada a través de su exclusión. En este sentido, la vida desnuda es el fundamento negativo del poder. Tal separación alcanza su forma extrema en la biopolítica moderna, en la cual el cuidado y la decisión sobre la vida desnuda se torna aquello que está en juego en la política. Lo que pasó en los estados totalitarios del siglo XX reside en el hecho de que es el poder (también en la forma de ciencia) que decide, en último análisis, sobre lo que es una vida humana y sobre lo que ella no es. Contra eso, se trata de pensar en una política de las formas de vida, a saber, de una vida que nunca sea separable de su forma, que jamás sea vida desnuda.
El malestar, para usar un eufemismo, con que el ser humano común se pone frente al mundo de la política ¿tiene que ver especificamente con la condición italiana o es de algún modo inevitable?
Creo que actualmente estamos frente a un fenómeno nuevo que va más allá del desencanto y de la desconfianza recíproca entre los ciudadanos y el poder y tiene que ver con el planeta entero. Lo que está pasando es una transformación radical de las categorias con que estábamos acostumbrados a pensar la política. El nuevo orden del poder mundial se funda sobre un modelo de gobernabilidad que se define como democrático, pero que nada tiene que ver con lo que este término significaba en Atenas. Y que este modelo sea, del punto de vista del poder, más económico y funcional está probado por el hecho de que fue adoptado también por aquellos regímenes que hasta hace pocos años atrás eran dictaduras. Es más simple manipular a la opinión de las personas a través de los medios y de la televisión que tener que imponer en cada oportunidad las propias decisiones con la violencia. Las formas de la política conocidas por nosotros– el Estado nacional, la soberania, la participación democrática, los partidos políticos, el derecho internacional – ya llegaron al fin de su historia. Ellas continúan vivas como formas vacías, pero la política tiene hoy la forma de una “economia”, a saber, de un gobierno de las cosas y de los seres humanos. La tarea que nos espera consiste, por lo tanto, en pensar integralmente, desde el principio al fin, aquello que hasta ahora habíamos definido con la expresión, ya poco clara en si misma, “vida política”.
El estado de excepción, que ud. vinculó al concepto de soberania, hoy en día parece asumir el carácter de normalidad, pero los ciudadanos quedaron perdidos frente a la incerteza en la cual viven cotidianamente. ¿Es posoble atenuar esta sensación?
Vivimos hace decenios en un estado de excepción que se tornó regla, exactamente así como sucede en la economia en que la crisis se tornó la condición normal. El estado de excepción – que deberia siempre ser limitado en el tiempo – es, al contrario, el modelo normal de gobierno, y eso precisamente en los estados que se dicen democráticos. Pocos saben que las normas introducidas, en materia de seguridad, después del 11 de setiembre (en Italia ya habían empezado a partir de los años de plomo) son peores de lo que aquellas que estaban vigentes bajo el facismo. Y los crímenes contra la humanidad cometidos durante el nazismo fueron posibles exactamente por el hecho de que Hitler, enseguida después que asumió el poder, proclamó un estado de excepción que nunca fue revocado. Y con seguridad él no disponía de las posibilidades de control (datos biométricos, videocámaras, celulares, tarjetas de crédito) propias de los estados contemporáneos. Se podría afirmar hoy que el Estado considera a todo ciudadano como un terrorista virtual. Eso no puede sino empeorar y hacer imposible aquella participación en la política que deberia definir la democracia. Una ciudad cuyas plazas y cuyas avenidas son controladas por videocámaras no es más un lugar público: es una prisión.
La gran autoridad que muchos atribuyen a estudiosos que, como ud., investigan la naturaleza del poder político ¿podrá traernos esperanzas de que, diciéndolo de forma banal, el futuro será mejor que el presente?
Optimismo y pesimismo no son categorias útiles para pensar. Como escribía Marx en carta a Ruge: ”la situación desesperada de la época en que vivo me llena de esperanza”.
¿Podemos hacerle una pregunta sobre la lectio que ud dió en Scicli? Hubo quiem leyera la conclusión que se refiere a Piero Guccione como si fuese un homenaje debido a una amistad enraizada en el tiempo, mientras que otros vieron en ella una indicación de como salir del jaque mate en el cual el arte contemporáneo está involucrado.
Se trata de un homenaje a Piero Guccione y a Scicli, pequeña ciudad en que viven algunos de los más importantes pintores vivos. La situación del arte hoy en día es tal vez el lugar ejemplar para comprender la crisis en la relación con el pasado, del que acabamos de hablar. El único lugar en que el pasado puede vivir es el presente, y si el presente no siente más al propio pasado como vivo, el museo y el arte, que de aquel pasado es la figura eminente, se tornan lugares problemáticos. En una sociedad que ya no sabe qué hacer de su pasado, el arte se encuentra apretado entre la Escila del museo y la Caribdis de la mercantilización. Y muchas veces, como pasa en los templos de lo absurdo que son los museos de arte contemporáneo, las dos cosas coinciden.
Duchamp tal vez haya sido el primero a darse cuenta del callejón sin salida en que el arte se metió. ¿Qué hace Duchamp cuando inventa el ready-made? Él toma un objeto de uso cualquiera, por ejemplo, un inodoro, e, introduciéndolo en un museo, lo fuerza a presentarse como obra de arte. Naturalmente – a no ser el breve instante que dura el efecto del extrañamiento y de la sorpresa – en realidad nada alcanza aqui la presencia: ni la obra, pués se trata de un objeto de uso cualquiera, producido industrialmente, ni la operación artística, porque no hay de ninguna forma una poiesis, producción – y ni siquiera el artista, porque aquel que firma con un irónico nombre falso el inodoro no actúa como artista, sino, como filósofo o crítico, o, de acuerdo a como le gustaba decir a Duchamp, como “alguién que respira”, un simple ser vivo.
En todo caso, en verdad él no queria producir una obra de arte, sino desobstruir el caminar del arte, cerrado entre el museo y la mercantilización. Ustedes saben: lo que de hecho pasó es que una colusión, infelizmente todavía activa, de hábiles especuladores y de “vivos” transformó el ready-mad en obra de arte. Y el llamado arte contemporáneo nada más hace repetir el gesto de Duchamp, llenando con no-obras y performances a museos, que son meros organismos del mercado, destinados a acelerar la circulación de mercaderias, que, así como el dinero, ya alcanzaron el estado de liquidez y quieren todavía valer como obras. Esta es la contradicción del arte contemporaneo: abolir la obra y al mismo tiempo estipular su precio.
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