viernes, 15 de marzo de 2013

Jardín de Kawachi-Fuji, en Japón

A leer !

Menuda gracia !



EL REY DE LA CORRUPCIÓN IMPLICADO EN LA CORROMPIDA TRAMA DEL INSTITUTO NÓOS.


EL REY DE LA CORRUPCIÓN IMPLICADO EN LA CORROMPIDA TRAMA DEL INSTITUTO NÓOS.
El propietario del imperio del lujo, Luis Vuitton, aportó fondos al Instituto Nóos a petición del Rey Juan Carlos. El monarca no sólo estuvo siempre al corriente de los oscuros negocios de su yerno, sino que también participó en ellos.
El Ry telefoneó personalmente al magnate francés para que echara una mano a Urdangarin. Arnault accedió y la firma Louis Vuitton se convirtió en la principal patrocinadora del Valencia Summit, un congreso de apenas tres días de duración.
El Duque-Ladrón y su socio obtuvieron más de 2,4 millones de euros en este evento.















EL REY DE LA CORRUPCIÓN IMPLICADO EN LA CORROMPIDA TRAMA DEL INSTITUTO NÓOS.
El propietario del imperio del lujo, Luis Vuitton, aportó fondos al Instituto Nóos a petición del Rey Juan Carlos. El monarca no sólo estuvo siempre al corriente de los oscuros negocios de su yerno, sino que también participó en ellos.
El Ry telefoneó personalmente al magnate francés para que echara una mano a Urdangarin. Arnault accedió y la firma Louis Vuitton se convirtió en la principal patrocinadora del Valencia Summit, un congreso de apenas tres días de duración.
El Duque-Ladrón y su socio obtuvieron más de 2,4 millones de euros en este evento.

¿SABES LO QUE ES UNA GROSERÍA?

 ESTE CORREO LO DEFINE CLARAMENTE





¿QUÉ ES UNA GROSERÍA?





Grosería es comparar la jubilación de un diputado con la de una viuda.

Grosería es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste sólo con tres o con seis según el caso y que los miembros del gobierno para cobrar la pensión máxima sólo necesiten jurar el cargo.

Grosería es que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del ISR.

Grosería es colocar en la administración a miles de asesores (léase amigotes con sueldo) que ya desearían los técnicos más cualificados.

Grosería es el ingente dinero destinado a sostener a los partidos aprobados por los mismos políticos que viven de ellos.

Grosería es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo (y no digamos intelectual o cultural).

Grosería es el costo que representa para los ciudadanos, sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes (siempre en gran clase) y tarjetas de crédito por doquier.

Grosería es que sus señorías tengan casi cinco meses de vacaciones al año (48 días en Navidad-enero, unos 17 en Semana Santa —a pesar de que muchos de ellos se declaran laicos— y unos 82 días en verano).

Grosería es que sus señorías cuando cesan en el cargo tengan un colchón del 80% del sueldo durante 18 meses.

Grosería es que ex ministros, ex secretarios de estado y altos cargos de la política cuando cesan son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del erario público.

Grosería es que se utilice a los medios de comunicación para transmitir a la sociedad que los funcionarios sólo representan un costo para el bolsillo de los ciudadanos...

Grosería es que nos oculten sus privilegios mientras vuelven a la sociedad contra quienes de verdad les sirven. Mientras, ¿hablan de política social y derechos sociales?

¡Qué grosería!...



-Ésta debiera de ser una de esas cadenas que no se rompen, pues sólo nosotros podemos ponerle remedio a esto. Sería, además, una grosería que no lo reenviaras.

La desigualdad en España, en el nivel más alto de la democracia


Yo más bien diría en la continuación hereditaría del Franquismo !

VicenÇ


España, junto a Lituania y Bulgaria, es uno de los países con más desigualdad de Europa.
El impacto de la crisis sobre el empleo, un sistema fiscal poco distributivo, los recortes en sanidad y educación, y una red de protección insuficiente, algunas de las causas. 
Una de cada cinco personas en España es pobre
La desigualdad en España, en máximos. FOTO: Juan Luis Sánchez
La crisis y, sobre todo, las políticas de austeridad sin concesiones están pasando factura a España. La desigualdad está en el nivel más alto de la democracia; unos niveles de desigualdad tan altos que en Europa solo encuentran parangón con Lituania y Bulgaria. Lo constata un estudio de la Fundación Alternativas que alerta sobre una brecha social que no ha dejado de crecer en los últimos años.
"La tendencia es inequívoca, en todos los países de la OCDE ha aumentado la desigualdad desde los años ochenta", asegura Luis Ayala, catedrático de Economía en la Universidad Rey Carlos y uno de los autores del informe. En España esa desigualdad ha avanzado de forma fulgurante en los últimos años: en los dos primeros años de la crisis, el índice de Gini -la diferencia entre los que más tienen y los que menos- aumentó un 10%.
"La ralentización de la actividad económica y el vertiginoso aumento del desempleo dieron lugar al mayor aumento de la desigualdad desde que se dispone de información anual sobre los ingresos de los hogares. Los hogares con menos ingresos han sido también los que durante el desarrollo de la crisis han visto más mermados sus recursos. Lo contrario, sin embargo, parece haber sucedido en los hogares más ricos, que registran los mayores incrementos", dice el informe. La primera parte de la recesión habría tenido, por tanto, "un efecto regresivo" sobre la distribución de las rentas, lo que habría ocasionado el aumento de la desigualdad "sensiblemente superior al registrado en promedio por los países de la Unión Europea".
¿Por qué? Belén Barreriro, directora del Laboratorio de la Fundación Alternativas, apunta tres factores clave: el desempleo, la debilidad del sistema fiscal, y un sistema de protección y bienestar social que ha resultado insuficiente. El informe señala que el efecto de la crisis sobre el empleo ha sido muy superior que en el resto de países. No solo por el aumento desorbitado del paro, también por el impacto que ha tenido en las personas que funcionan como 'cabezas de familia' y por su efecto entre los jóvenes y entre una parte de la población poco cualificada.
Además, y en contra lo que puede parecer, la época de bonanza y crecimiento económico que vivió España en los años anteriores a 2007 no se tradujo en una reducción de la desigualdad. El país entró en la recesión poco preparado para resistir los embates de la crisis. Las prestaciones sociales, por ejemplo, no crecieron al mismo ritmo que lo hacían las rentas medias. "Conforme avanza el estado de desempleo, las prestaciones se reducen drásticamente. En España no tenemos un último nivel de protección social. En las comunidades sí existen rentas mínimas, pero con criterios diferentes", señala Luis Ayala.
Esa, junto al creciente número de trabajadores pobres (que a pesar de tener un empleo, tienen salarios y condiciones que no les permiten salir de la exclusión) es una de las razones que explica el hundimiento de las clases bajas y el empeoramiento de las clases medias. El estudio señala que la flexibilización de las relaciones laborales y el recorte de la negociación colectiva empeora también la brecha entre unos ciudadanos y otros.
"Los estados del bienestar han perdido capacidad para corregir las desigualdades", asegura Ayala. Para el catedrático, el sistema español es "poco redistributivo, menos que la mayoría de países de la OCDE". "Se enfatiza el carácter recaudatorio de los sitemas impositivos, y menos su faceta distributiva de la riqueza", dice el catedrático, que señala el aumento de los impuestos indirectos -como el IVA- como un factor que empeora las desigualdades.
Educación y sanidad
El informe señala que la sanidad y la educación son fundamentales para asegurar la igualdad y, por tanto, los recortes en estos dos pilares del bienestar disparan las diferencias. "El gasto sanitario beneficia en gran medida a los grupos sociales más desfavorecidos y de forma considerable a las clases medias", destaca el texto, que señala el gasto farmacéutico y el de atención primaria como los más importantes, ya que "contribuyen en mayor medida a la progresividad de este gasto". Precisamente, en el último año se ha puesto en marcha el copago farmacéutico y varias comunidades autónomas han cerrado o reducido el horario de centros de atención primaria. Los autores concluyen también que cuando la gestión de centros sanitarios o educativos se transfiere al sector privado "se aumentan las desigualdades". 
"El informe deja claro que ante la desigualdad hay remedios, y quien puede corregirla son los poderes públicos, las políticas. La relación de los ciudadanos con la política es especialmente mala, con un nivel de desafección que es insólito en la democracia. Y si hay una causa es la desigualdad: los españoles son de los ciudadanos europeos que más creen en la igualdad", asegura Belén Barreiro.