miércoles, 10 de diciembre de 2014

“No saben cocinar”

Una baronesa británica culpa del hambre a los pobres: 



"No saben 


                     cocinar"

1
Un informe parlamentario advierte que cuatro millones de personas corren riesgo de pasar hambre en Reino Unido y medio millón de niños viven en hogares donde la comida escasea cada día.
El alarmante nivel de pobreza en un país de los más prósperos del mundo queda al descubierto en ‘Feeding Britain’ (‘Alimentando Gran Bretaña’), un documento de 50 páginas y 77 recomendaciones publicado este lunes en Londres.
Diputados y lores de los principales partidos representados en el Parlamento de Westminster participaron en la investigación, que ha financiado la Iglesia Anglicana.
La proliferación de bancos de comida que asisten a los desfavorecidos ha sido el detonante de este ejercicio enfocado a descubrir el nivel real y las causas de la pobreza, así como aportar soluciones al problema.
“Es tremendamente chocante que esto suceda en nuestro país y necesitamos impedirlo”, ha denunciado el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, máxima autoridad de la Iglesia de Inglaterra.
Pero el consenso de los autores del documento se rompió durante la comparecencia del grupo parlamentario ante la prensa reunida hoy en Westminster.
La baronesa (Ann) Jenking, representante ‘tory’ en la cámara alta, no dudó en echar la culpa a las mismas víctimas. “Los pobres no saben cocinar”, resaltó.
El aluvión de críticas al comentario de una mujer que nunca ha sufrido penurias económicas no se hizo esperar, forzando una rectificación. “He cometido un error y me disculpo ante los que he ofendido”, dijo horas después en una entrevista con la BBC.
Los parlamentarios relacionan el problema con la reforma del sistema de Seguridad Social introducido por el gobierno de coalición en 2010, que ha llevado a retrasos y recortes en la concesión de ayudas y a la imposición de duras penalizaciones contra los que incumplen la normativa.
El informe advierte además del desnivel en el crecimiento de salarios respecto al encarecimiento de la vivienda, la alimentación y las tarifas de gas y electricidad.
Según la laborista Emma Lewell-Buck, miembro del grupo parlamentario, la combinación de “pobreza salarial, cambios en los subsidios sociales, injustas penalizaciones y retraso en las tramitaciones de ayuda” obligan a la gente a recurrir a los bancos de comida.
“La era del hambre”, según denunció Lewell-Buck, ha llevado a la apertura de más de 1.500 puestos de provisiones de alimentos desde 2004, gestionados por voluntarios y cooperantes.
La fundación Trussell, que creó el primer banco de comida una década atrás, distribuyó lotes de comida a 350.000 personas en 2013 desde sus actuales 420 bancos de alimentos.
“Es obvio que la demanda de asistencia de emergencia está creciendo, y en ocasiones dramáticamente”, confirma el informe.
El gobierno ha prometido estudiar las recomendaciones del panel parlamentario, aunque un portavoz del primer ministro ha descartado la revisión del sistema de Seguridad Social.
“El informe es una contribución seria a un importante y complejo debate”, se ha limitado a señalar el secretario de Estado del Gabinete, Robert Wilson.