viernes, 8 de octubre de 2010

Caminando por la ciudad.

Esta mañana, pasando por una calle del barrio y después de aparcar el coche no con pocas dificultades para conseguirlo, mi vista no ha podido dejar de ver un gran cartel pegado en una pared, era de un color rojo intenso, rojo provocativo, color provocativo donde los haya.
Se notaba que estaba hecho para que no pasara desapercibido, esa era su meta supongo.
 Las letras grandes y de un color negro, tipo crespón funerario.


Quizás por todo eso y por que en una de sus esquinas ondeaba una pequeña bandera de color rojo y gualda, bandera de un país de los que se suponen del primer mundo. Mis ojos no pudieron negarse a leer ese mensaje aterrador, advirtiéndonos del holocausto que suponía para el país la llegada de tanto emigrante.

Para convencernos de su gran verdad, decía que en este país había suficiente mano de obra barata (Nacional, claro) y que no se debía permitir la entrada a ningún emigrante mas.

El cartel terminaba convocándonos a todos a una gran manifestación, para que nunca mas e inmediata mente, se cerraran las fronteras a cualquier persona que quisiera entrar en el, con la intención de trabajar, pues esa seria la perfecta formula para solucionar todos los problemas de paro y pobreza de su mas que grande España.


Esta mañana, pasando por una calle y después de aparcar el coche, eso si con muchas dificultades para hacerlo, Mi vista se ha nublado al ver un cartel enorme de color rojo con grandes letras negras. Después de leer e intentar comprender toda aquella información que me estaban dando, he sentido vergüenza ajena, he sentido rabia, impotencia, pero sobre todo me he sentido más apátrida que nunca.

Mis manos han actuado solas y sin pensarlo dos veces no he podido contener esas ganas tan grandes de arrancarlo de esa pared, mientras una voz me advertía, que tuviera cuidado no fuera que estuvieran viéndome.

Ante dicha advertencia, mis ojos han mirado a la persona que me hacia ese comentario y sin contestarle he arrugado el gran cartel, he seguido caminando y delante de una papelera antes de tirarlo , me he dado cuenta del gran miedo que aún hoy en día existe a pensar y actuar según te dictamine tu corazón, libremente y sin miedo.



Esta mañana paseando por la calle, he dudado de si mi actuación era la correcta. Y me he dado cuenta que aquel o aquellos que pegaron el dichoso cartel, seguramente no han tenido ninguna duda al hacerlo, por lo tanto, he sentido un gran alivio y me he quitado ese absurdo sentimiento de culpabilidad.
Yo tan solo he arrancado un cartel, mientras ellos siembran el miedo i la intolerancia a toda la sociedad. Cosa que están consiguiendo.

Ahora escribiendo esto, me siento solo, como si hubiera perdido a alguien por el desierto y la única esperanza que me queda es contactar con el oasis que todos tenéis dentro.


Derechos de autor editados:


VICENÇ…..

miércoles, 6 de octubre de 2010

Viajando por Italia...

Este mes de Enero pasado, por motivos personales hice un viaje inesperado para mi a la zona norte de Italia.


En concreto establecí mi campo base en la preciosa ciudad de Torino, desde dicha ciudad tuve la oportunidad de hacer escapadas a la zona de los Alpes ( la Vall D`Aosta )

También estuve en pueblos menos turísticos como Pinerolo y otros.

Este viaje lo hice en solitario, una de las formas de viajar que mas me gustan, ( para no faltar a la verdad ) quizás la manera de viajar que mas me gusta, ya que después de hacerlo de todas las maneras, he podido comprobar que esta es la forma que mas acabas conociendo el país, pueblo, ciudad, montañas y a los lugareños de todos los sitios que vas pasando, conforme tu viaje se va acabando.

En concreto este viaje, fue una experiencia de reencuentro tanto personal ( interna ) como con toda la naturaleza, que hacia tiempo que no me encontraba cara a cara con ella.

También fue una vuelta a la observación del mundo animal. Cuando digo animal me refiero a todo tipo de seres que habitan tanto el campo como los pueblos y ciudades por los que fui pasando.

El hecho de estar solo, bueno en realidad como siempre digo yo, tu y la compañía de tu yo mas interno, esa circunstancia hace que no te quede mas remedio que abrir todos los sentidos, para que nada de lo que pasa a tu alrededor se te escape y así grabar en tu memoria todos los detalles, olores, gustos etc que ocurren desde que te levantas en el hotel, sales a la calle y vuelves a la noche para descansar de las largas caminatas y excursiones de la jornada.

Al finalizar mi corto pero intenso recorrido por todo el Piamonte, llego el momento de reflexionar sobre todo lo ocurrido, sobre todo lo vivido.

En ese momento es cuando pones ha dialogar a tus dos yo y al final sacas las conclusiones de todo aquello que te ha ocurrido.

Esta vez y para mi sorpresa, después de analizar cada uno de los días transcurridos en este país, me di cuenta que algo en el ambiente, pesaba mas que todas las cosa bellas que había visto.

Empecé a recordar:
Desde mi llegada a la ciudad hasta el momento final en el que me hallaba y por mi mente pasaron las imágenes preciosas de aquellos copos de nieve que me habían acompañado en casi toda mi estancia, las montañas nevadas iluminadas por un sol radiante, los monumentos, la infinidad de detalles vistos por todas las calles de aquellas ciudades y poblaciones en los cuales había estado y por fin descubrí que era aquello que me estaba dejando un poco de mal sabor de boca.

Concretamente fue cuando recordé a los habitantes, a todas y cada un de aquellas personas que habían pasado cerca de mi o habían entablado alguna conversación, eso fue lo que me hizo descubrir que sobre todas las cosas, la que mas me impresionaba era la actitud de los lugareños ante el peso de un estado y una iglesia, que a mi me pareció, que envolvía todo el ambiente, con su lúgubre historia.

Llego el mes de Marzo y la vida me volvió a dar la oportunidad de volver por tierras Italianas.
Esta vez lo hice  acompañado por mi pareja.

Volamos hasta Milano, para después al día siguiente ir hasta Venecia, donde instalamos el campo base y desde allí hicimos excursiones a Firenze, Padoba, nos recorrimos todas las islas, Murano, Burano, Torcello etc..
Vimos las maravillas arquitectónicas de todos esos lugares, subimos a torres y Duomos para observar desde arriba las preciosas vistas, anduvimos por todos los rincones, plazas, calles y lugares que casi ningún turista accede, cosa que siempre solemos hacer, pues nos gusta inmiscuirnos en lo mas autentico de todos los sitios a los cuales viajamos.

Como siempre observas, comentas y opinas de todo lo que te va ocurriendo..... Que casualidad que también en esta aventura, los dos llegamos a la misma conclusión.

Venezia, que decir de esta ciudad? Pues que es algo único en el mundo y que por mucho que sabes, por documenta les, películas o libros, que es lo que vas a ver, una vez llegas a ella te das cuenta que nunca te esperabas realmente aquello que tus ojos ven. Es un lugar que te deja con la boca abierta y te sorprende mucho mas de lo que esperabas.

Firenze: Su Duomo, el David de Miguel Ángel, sus museos el corso medieval etc….

Milano : Mas de lo mismo……..

Y por fin, comentamos esa sensación que te persigue en todo momento por donde quieras que vas del país de los majestuosos Duomos y palacios.

También entonces coincidimos ( que casualidad ) yo por mi parte corroboré lo que anteriormente, hacia apenas un mes, había descubierto de su gente.

Mi pareja , acabo diciendo me y casi con las mismas palabras que las mías, aquello que había descubierto y que no era otra cosa, que se notaba el peso y el poder de la iglesia y de un estado sometido a ella.

Ahora ya estamos otra vez en casa, y que cosas! Ya estamos pensando en volver y acabar de ver el resto del país, pero sobre todo,seguro que estaremos muy atentos a todas esas sensaciones y sabores que nuestros amigos nos dejaron, para acabar de corroborar o no la idea que de momento nos hemos hecho de la sociedad Italiana….

PD: Esté próximo mes de Enero vuelva a tierras Italianas. Concretamente mi campo base, sera esta vez Napoles.
Y como no! Iré solo......De momento, eso creo.

Derechos de autor : Vicenç



Vicenç...