Sacado de la revista el Jueves jajajajajajajjajaj!
La Iglesia considera que beber mojito es una «práctica homosexual»
El Papa Francisco asegura que hay que ayudar a los consumidores de esta bebida a «dejar de ingerir la orina de Satanás»
La Iglesia se moderniza para acercarse a los jóvenes. En el marco de las ‘XXIII Jornadas de Juventud y Matrimonio' que este año arrancaban con el lema 'Enróllate con Jesús’,el Papa Francisco ha querido lanzar un mensaje de conciliación: «La Iglesia no eshomófoba – ha confesado el Papa - De hecho, yo mismo tengo amigos que beben mojito. ¡Algunos incluso de fresa! ¿Debemos castigarlos por ello? No. Debemos perdonarles. Porque Dios, que es todo misericordia, ya se encargará de que ardan como muñecos de paja en la lava eterna y purificadora del Infierno».
Durante toda la jornada, Bergoglio, que traía consigo un pequeño termo de madera, se ha mostrado especialmente animado y extrovertido. En especial después del cuarto mate. «¡Ésta mierda es el néctar de Jesucristo locos!» - ha llegado a exclamar. El Papa está convencido de que, como suele decirse, el Diablo está en los detalles. Por eso, en un afán para actualizarse a los tiempos que corren, Francisco I ha elaborado, aparentemente sobre la marcha, un listado de las nuevas prácticas que a ojos de Dios computan como “experiencia homosexual”. Entre ellas, el Santo Padre ha citado algunas tan populares como "depilarse los antebrazos", "llevar un bolso demasiado grande", "cocinar cupcakes", "el bádminton" o "ser uruguayo".
En un gesto de acercamiento hacia sus fieles, el Papa ha querido terminar su discurso descalzo, sin túnica y subido a la mesa. En el tramo final se ha mostrado duro pero no inflexible. «Porque Dios – asegura – aprieta pero no ahoga. Es una práctica muy placentera. ¡Que se lo digan a David Carradine!». A pesar la firmeza de sus convicciones, el Delegado de Clase de Dios cree que las almas de los jóvenes que han caído en la espiral de este refrescante cóctel llamado 'mojito' todavía pueden ser salvadas. «Claro que hay esperanza. ¡Hay esperanza para todos! Excepto para los que beben capiroska. ¡Malditos maricones, eso es puro vicio!».
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