No entiendo, como se puede atacar a alguien que por lo
menos aún, no ha hecho nada de lo que han hecho, los que
han tenido el poder y otros muchos, que sin tenerlo, se han
dejado corromper.
Yo seré el primero en denunciar, si es que algún día llegan
a gobernar ellos, si actuasen como los que ostentan ese poder ahora o los que dejan con su silencio, que se
mantengan en el. Si esto sucediera, seré mucho más duro y critico, de lo que ahora soy.
No entiendo a todos los que tanto avisan y tan fuerte, que viene el lobo.
Cuando tenemos encima, mordiéndonos y despedazando-
nos continuamente a miles de gaviotas carroñeras o a miles
de termitas devoradoras, escondidas dentro de capullos de
rosas y a falsos campesinos, segando con sus hoces las
cabezas de sus propios compañeros.
No entiendo esa preocupación de muchos, por avisar a
todos los que ellos presuponen, tienen los ojos cerrados y
que no son capaces de ver como se acerca ese malvado
Lobo.
Es curioso, como al final y en el fondo, todos nos creemos
con el derecho y el deber de abrirles los ojos a los demás.
Sin pensar ni un momento en dar el beneficio de la duda.
Yo por mi parte y hasta que no se me demuestre lo
contrarío, veo la llegada de ese lobo, con los ojos bien
abiertos y esperanzado con la imagen de toda la camada
acercándose.
